Nuevo Gabinete: más personas, menos experiencia

Nuestra Unidad de Investigación analiza el nuevo equipo del Alto Gobierno, según la Gaceta Oficial N° 40.822

A comienzos de este año, el 6 de Enero, es publicado en la Gaceta Oficial Nº 40.822 bajo el decreto nº 2.181, el nuevo equipo del Alto Gobierno. En dicho decreto se eleva el número de ministros a 31, de los cuales 2 son Ministros de Estado. Se redujeron las Vicepresidencias sectoriales de 6 a 5, eliminando la correspondiente al área de soberanía alimentaria.

Hasta el año 2015 el Gabinete del Alto Gobierno tenía la siguiente estructura:

Así estaba conformado el Gabinete en el año 2015

Otra de las características importantes del nuevo gabinete es que 12 de los ministros son militares; siendo mayor el número de ellos en comparación al gabinete anterior dónde habían 8. La mayoría de los ministros fueron ratificados o simplemente, cambiados de ministerio, siendo sólo 14 realmente nuevos en el equipo de gobierno. Ejemplo de ello son los ministros Jorge Arreaza, quién pasó de la Vicepresidencia Ejecutiva al Ministerio del Poder Popular para Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología, y Rodolfo Marco Torres, quien pasó del Ministerio del Poder Popular para Economía  y Finanzas al de Alimentación. En consecuencia, 52% de los ministros  del gabinete, son las mismas personas del gabinete anterior.

Por otro lado, es importante mencionar la creación de cuatro nuevos ministerios en el área económica, incluyendo  un Ministerio de Estado. Los cuales, junto con los que ya existían y los pertenecientes a la ya desaparecida Vicepresidencia para la Soberanía Alimentaria, pasan a ser parte de la Vicepresidencia del Área Económica, agrupándose 10 ministerios en ella. También se fusionaron los dos Ministerios referentes a transporte, quedando agrupados en el Ministerio del Poder Popular de Transporte y Obras Públicas.

Así se visualiza hoy el Gabinete del Alto Gobierno:

Así quedó conformado el Gabinete en el año 2016, según la Gaceta Oficial

Con estos cambios, pareciera que la crisis que atraviesa el país no va a ser abordada de la manera más racional, o al menos distinta a cómo se ha manejado hasta ahora. De igual forma, no da mayor esperanza a que se encuentren soluciones a corto plazo a los problemas económicos más críticos como lo son el control cambiario, la inflación, el abastecimiento y el incremento de la producción nacional.

Tomando en cuenta que lo que se hizo fue aumentar la burocracia, además de nombrar nuevos ministros con poca experiencia en el sector público y ratificar a otros cuyos resultados han sido todo menos exitosos, queda muy poco espacio para pensar que se van a proponer las políticas públicas coherentes y necesarias para el momento que atraviesa el país.

La creación de más instituciones no soluciona los problemas; los mismos se resuelven adoptando medidas coherentes, que sean ejecutadas sin discriminación ideológica y siempre apoyándose en el talento nacional. El momento y el País lo reclaman.

 

Caracas, Enero 2016

Eglé Iturbe

Victoria Castro

Unidad de Investigación

Instituto de Estudios Parlamentarios Fermín Toro

 

 

Un comentario en «Nuevo Gabinete: más personas, menos experiencia»

  • el febrero 4, 2016 a las 10:18 am
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    Ignoro si este comentario pueda resultar tardío, o más de lo mismo. Una de las cosas que más me ha llamado la atención durante estos 16 años, es el poco aprecio por la estructura, funciones y principios de la Administración Pública. No ez sólo la ligereza con la cual se rotan los ministros y se crean altos cargos, sino más bien, cómo estos movimientos se dan sin previo establecimiento de competencias e inexistencia de los instrumentos normativos del caso. Ministerios como el de Agricultura Urbana, que poca o ninguna importancia tendria para estados como Apure, Barinas, Pirtuguesa, Cojedes, Guárico, Amazonas, Delta Amacuro, Yaracuy, por citar sólo a algunos estados con vocación agrícola y con una población rural nada despreciable, se proponen de un momento a otro, sin que sus competencias, objeto, repercusiones presupuestarias, estén previamente consideradas. Esto ha venido estableciendo una práctica que vuelve casi inauditable s la AP, pero también dificulta los controles sobre ella, incluido el control parlamentario. Es como si, en efecto, la AP estuviera concebida para su desaparición y sólo al servicio personal de quienes de ella se benefician, no precisamente los ciudadanos. Este comportamiento es partjcularmente notorio desde la aparición de las llamadas misiones, privilegiadas sobre la estructura ministerial. Los ministerios son, de alguna manera, otras misiones. Me detengo aqui. Gracias

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