La escasez del agua llegó….¿para quedarse?

aguaCuando en 1999 la ONU acordó los denominados Objetivos del Milenio (ODM) como propósitos para el desarrollo humano que permitieran resolver problemas graves de la vida diaria de la gente, se acordó que para el 2015 se reduciría a la mitad la población sin acceso al agua potable y al saneamiento básico. Para ese momento el promedio de población en América Latina y el Caribe (ALC) con acceso al agua potable era de 85% y la meta era llegar al 94%.

Venezuela no solo no alcanzó las metas establecidas, sino que aún para 2014 la cobertura del servicio de agua mediante acueducto de acuerdo a ENCOVI era de 83,6%, es decir, menor que el promedio de ALC catorce años atrás, en el país más rico de la región para ese lapso. Estas cifras quizás no digan mucho, pero cuando lo traducimos en habitantes, nos alarmaremos al saber que esto significa que 4,6 millones de compatriotas no tienen acceso al servicio de agua.

A esta cifra súmele usted además que el resto de la población que “supuestamente” tiene acceso al servicio, lo recibe con muchísima irregularidad, de lo cual se culpa a El Niño, La Niña, al Cambio climático o cualquier otro evento similar, cuando en realidad si algún servicio puede desarrollar resiliencia para enfrentar este tipo de evento natural, es el del agua potable. A nivel nacional, solamente un 60% de la población con suministro recibía agua todos los días en 2014, antes de los racionamientos a consecuencia de El Niño, que posiblemente se mantengan todo el año. Casos gravísimos son los estados Vargas y Nueva Esparta, donde solamente el 34% y el 12% respectivamente recibían servicio continuo, según los datos del INE.

Continuando con la escasez del suministro, queda por último incorporar el tema de la calidad del mismo, que ya alcanza casi una crisis nacional, pues si bien antes la calidad del agua en el Acueducto Regional del Centro era lo emblemático de condiciones no aptas para el consumo humano, hoy en día esa situación se ha extendido a casi todos los grandes sistemas de abastecimiento del país, incluido el servicio de la región capital, debido al colapso en la operación de las plantas de potabilización, donde además de los problemas derivados de tratar aguas cada vez de peor calidad por los problemas de contaminación no atendidos, para cuyas condiciones físico químicas no fueron diseñadas estas plantas, se añaden los problemas propios de cualquier industria hoy en día en el país: escasez de insumos básicos (químicos, gas cloro), de repuestos, y de presupuesto para el mantenimiento.

Revertir todo esto es posible con los cambios adecuados, para lo cual ya existen planes y programas, y con ello lograremos para el 2030 cumplir el nuevo Objetivo de Desarrollo Sostenible que plantea  el acceso universal y equitativo al agua potable, un objetivo justo que ayudará a sacar gente de la pobreza, y por el cual habrá que trabajar duro una vez que logremos el cambio en el país!

Ing. Ángela González

Unidad Técnica

Instituto de Estudios Parlamentarios Fermín Toro

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