¿A qué le teme el régimen de Raúl Castro?

Por: Edmundo González

Rosa María Paya, hija del dirigente cubano Oswaldo Payá, fallecido en circunstancias no del todo aclaradas en el año 2012, y presidenta de la Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia, organizó esta semana en La Habana una ceremonia para la entrega del premio “Oswaldo Payá Libertad y Vida” 2016, a diversas personalidades.

El galardón, que honra la memoria del reconocido disidente cubano, fue otorgado al Secretario General de la OEA, Luis Almagro; al ex presidente de México Felipe Calderón y al ex presidente chileno Patricio Aylwin, que sería recibido por su hija, la ex Ministra de Educación, Mariana Aylwin. A todos ellos, el gobierno cubano les negó la autorización de entrada a Cuba invocando razones de seguridad de Estado.

Es difícil creer que estas destacadas figuras públicas pudiesen involucrarse en algún episodio que atentase contra la seguridad y la estabilidad del gobierno cubano. Es más bien una señal muy vergonzosa de la intolerancia de un régimen debilitado y sin porvenir; es la arrogancia de un gobierno que se considera eterno pero siente temor por la disidencia; es la actitud cobarde de la dictadura para silenciar las voces de quienes trabajan, a pesar de las dificultades, por el renacer de las libertades democráticas en Cuba y porque se respeten los derechos humanos. En suma, es el reflejo del miedo a un pueblo que comienza a rebelarse al poder político-militar dominante, como también se rebeló cuando se puso en marcha el Proyecto Varela.

¿Cuál es el peligro que representan tres figuras públicas de reconocidas trayectorias políticas para vetarles la entrada a la Isla? ¿A que le temen? ¿Cree el gobierno cubano que con este boicot va a borrar o negar la existencia de la disidencia? ¿No hubiese sido ésta una oportunidad para dar una señal de apertura en momentos en que el gobierno transita unas tibias transformaciones en la isla?

La ausencia de estas personalidades no impidió a que la actividad se realizara. En la sala de su modesta vivienda en el barrio El Cerro de La Habana, bajo el acoso de los cuerpos de Seguridad del Estado, la hija del fallecido dirigente cubano realizó la ceremonia, aunque sin la presencia de los laureados.

El gobierno de México lamentó la decisión de las autoridades cubanas de no autorizar la entrada del ex presidente Felipe Calderón, mientras que la Cancillería chilena, protestó la decisión y anunció el llamado a consultas a su embajador en La Habana.

Decisiones como esta, erosionan las perspectivas del necesario reencuentro de Cuba con el sistema interamericano y se coloca a contramano del proceso de reformas anunciadas en ese país.

Oswaldo Payá fue el fundador del Movimiento Cristiano de Liberación (MCL) y fue el artífice del conocido “Proyecto Varela”, una iniciativa que pretendía, al amparo de la Constitución actual de Cuba, presentar un proyecto de reformas políticas para la democratización del país. Como decía el mismo Payá, “cambios políticos que se están produciendo en el pueblo y desde el pueblo… la voz de miles de cubanos reclamando quiero mis derechos”.

En el año 2002, la iniciativa logró recoger inicialmente más de 10.000 firmas, a las cuales se agregaron otra cifra similar dos años más tarde, lo que representaba un número de respaldos que superaba con creces las exigencias de la Constitución cubana. Pero la Asamblea Nacional del Poder Popular la rechazó.

Así se vio frustrado un camino que procuraba iniciar los cambios verdaderos tan ansiado por el sufrido pueblo cubano. Como bien aspiraba Payá: “la transformación de las leyes y del ambiente para que se garanticen todos los derechos políticos y civiles, y elecciones libres para que el pueblo ejerza su poder soberano”.

 

 

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