Una visita constructiva

Por: Edmundo González Urrutia

El jefe de la diplomacia vaticana, Cardenal Pietro Parolin, acaba de realizar una visita a Moscú bajo el signo de un renovado diálogo ecuménico. Una delicada misión desarrollada en el marco de la estrategia de “construcción de puentes” como lo señaló en una conferencia de prensa a su regreso de Rusia y que se inscribe, además, en seguimiento a los encuentros sostenidos por el Papa Francisco con el presidente Vladimir Putin en 2013 y 2015 y en su campaña de promover la paz en un contexto de fuertes tensiones internacionales.

Su gira, que incluyó encuentros con el presidente Vladimir Putin y con Ministro de Asuntos Exteriores Segey Lavrov, tiene implicaciones importantes para la política mundial pues no sólo es un reflejo de la preocupación del papa Francisco por las diferentes crisis internacionales sino por los aportes que pueda ofrecer la Santa Sede para aliviar las tensiones y promover acuerdos entre los principales actores de la escena internacional.

A su regreso el Cardenal Parolin dio cuenta de los resultados de su misión calificándola como sustancialmente positiva. Más allá de la reunión con los obispos de la comunidad católica en Rusia con quienes conversó sobre los desafíos y dificultades que éstos deben afrontar, y la nueva atmósfera en la que discurre las espinosas relaciones con la comunidad ortodoxa tras el encuentro entre el Patriarca Cirilo y el Papa Francisco durante su visita a La Habana, se abordaron otros asuntos sensibles como el caso de Ucrania, uno de los temas más delicados de la relación bilateral entre Rusia y la Santa Sede lo cual incluye materias polémicas como el caso de los prisioneros políticos, el cese al fuego y las condiciones de seguridad, por citar algunos.

En ese contexto no pudo estar ausente el tema de la crisis política venezolana, asunto al cual el Vaticano le ha prestado especial atención. A este respecto, el Cardenal Parolin recodó a las líderes rusos no sólo del papel que pueden jugar en la búsqueda de una solución a la crisis por la estrecha relación que mantienen con el régimen de Nicolás Maduro, sino de la responsabilidad que les corresponde en cuanto a la construcción de la paz y el esfuerzo que deben poner por encima de otros intereses.

El Cardenal Parolin es un personaje conocido para los venezolanos pues entre los años 2009 y 2013 fue el Nuncio Apostólico de Su Santidad en Caracas. Conoce bien nuestra realidad y ha seguido muy de cerca la crisis política que vive nuestro país. A pedido de la oposición democrática en el año 2016 se involucró en las conversaciones entre el gobierno y la oposición con vistas a encontrar una solución a la crisis del país.

En sus declaraciones, recordó el papel que ha jugado la diplomacia vaticana en la búsqueda de aliviar el sufrimiento de la población venezolana ante la carestía de alimentos y medicinas así como la inseguridad y violencia que sacude al país, al tiempo que resaltó la necesidad de un diálogo “serio” entre el gobierno y la oposición con vistas a alcanzar una solución pacífica y democrática.

En momentos en que crece la presión internacional sobre el régimen totalitario de Maduro y la magnitud de la crisis se convierte en un tema que afecta la paz y seguridad internacionales, tal vez sea necesario incorporar a actores extra regionales de peso como Rusia, quien además es un estrecho aliado de Venezuela. No es la primera vez que el Vaticano juega un papel clave en la crisis venezolana.

Caracas 30 de agosto de 2017

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